Batalla de ‘portavozas’ en el Congreso: ¿oportunismo político?
Artículo de ‘Yo Dona’ escrito el 31 de julio de 2019
Su designación es un hito. Es la primera vez en la historia que ocurre esta circunstancia. Cuatro mujeres: Adriana Lastra (PSOE), Cayetana Álvarez de Toledo (PP), Inés Arrimadas (C’s) e Irene Montero (UP) se batirán el cobre en el Congreso de los Diputados más femenino de la democracia en los plenos de la nueva legislatura. Ellas son las portavoces (o «portavozas», término acuñado por Montero en febrero del año pasado sin permiso de la RAE) de los grupos parlamentarios mayoritarios de las Cortes.
Casualidad, efecto contagio, capacidad oratoria, promoción del liderazgo femenino… ¿Y no será también que los partidos quieren jugar con las mismas armas? Que exista igualdad en el debate. Evitar la desventaja de tener un hombre en el estrado debatiendo con unas diputadas fuertes, decididas, preparadas y peleonas, dispuestas a darlo todo.
Ahora que la Igualdad es tema de Estado; que el talento femenino escala a las cúpulas de las empresas y al escalón de primer nivel en las administraciones; en momentos en que las meteduras de pata sexistas cuestan reputaciones (o carreras) tiene más sentido que nunca estas designaciones. Por un lado, por demostrar que el liderazgo femenino es real y los partidos practican con el ejemplo. Las cuatro son políticas valiosas dentro de sus organizaciones. Por otro, como la oratoria parlamentaria está plagada de descalificaciones, a veces en el terreno personal, no es descabellado que las formaciones políticas tengan otro temor. Un hombre podría correr más riesgos de sufrir un «resbalón» machista en el mano a mano acalorado con una mujer. Y resultaría intolerable. Existe verdadero pavor a meter la pata en eso.
Pero hay más: captar votos. Lo señala Antonio Núñez Martín, experto en liderazgo de gestión pública y socio de la firma de headhunters Parangon Partners: «Una parte del electorado es femenino y tiene cada vez más unos requerimientos que se deben atender. En el tsunami de la nueva política cada vez es más importante escuchar lo que la gente quiere y el liderazgo femenino aporta una gran empatía y capacidad de escucha».
Con 166 mujeres diputadas, el 47,4% de los 350 escaños, el Parlamento español es el más igualitario de la Unión Europea. Ahora es además, el más femenino en sus puestos de relevancia porque no olvidemos que en la presidencia está otra mujer, la socialista Meritxell Batet.