La era pos-Covid exige CEO fuertes y que unan equipos
Artículo de ‘Expansión’ escrito el 22 de junio de 2020.
“Cuando sabíamos las respuestas nos cambiaron las preguntas”. Esta frase se atribuye a Mario Benedetti, aunque el periodista Juan Cruz asegura que en realidad fue el escritor ecuatoriano Jorge Enrique Adoum quien la descubrió pintada en un muro de Quito y se la transmitió al poeta uruguayo. Sea cual sea el autor original, lo que importa es su significado, perfectamente aplicable a lo que ha sucedido con la irrupción avasalladora del coronavirus, echando por tierra los planes en los que estaban inmersas tantas empresas a comienzos de marzo, desde la transformación digital hasta la cada vez mayor competencia con otros mercados (entre ellos, precisamente, el chino). ¿Cuáles son las preguntas que ha traído el Covid-19 a los directivos empresariales? ¿Cómo se están adaptando a la situación? ¿Cuáles serán las destrezas más demandadas por la cúpula directiva en la era que poco a poco se va abriendo camino? Estas y otras preguntas se responden en el estudio Cómo el Covid está cambiando el perfil y la agenda de los CEO, elaborado por Antonio Núñez, senior partner de Parangon Partners, y Luis Huete, profesor del IESE, y realizado a partir de más de 1.000 encuestas a primeros ejecutivos con actividad en España.
Para empezar, hay que saber cuándo prevén los directivos que terminará la crisis económica que ha provocado el coronavirus. “Los CEO consultados estiman unos efectos a corto plazo de doce meses y una duración a medio plazo de dos años. Si todo sale bien, a mitad del año 2022 las aguas se apacentarán”, asegura el estudio, al que ha tenido acceso EXPANSIÓN. Un pronóstico bastante alineado con el de las principales instituciones económicas, como el Banco de España.
No obstante, el estudio de Núñez y Huete se ocupa más bien de las habilidades que están empleando los ejecutivos para capear el temporal y de las que serán necesarias en el futuro. Por ejemplo, ¿qué funciones han sido prioritarias para las empresas durante estos tres meses de crisis? El informe indica que “garantizar la seguridad y la salud de su gente; cuidando de su equipo e interesándose por toda la organización. También el establecimiento de planes de contingencia para los próximos meses adaptados al desarrollo de los acontecimientos. Por último, seguir de cerca la situación financiera, con especial foco en el circulante y en la financiación”. Por el contrario, los asuntos que, debido a la emergencia sanitaria, han recibido menos atención han sido “la supervisión de los planes de comunicación, revisar los procesos de toma de decisiones y la coordinación con el consejo de administración para recabar su ayuda”.
Entorno poscrisis
Para transitar las complicadas aguas de los próximos meses y años, las funciones del CEO que según el informe ganarán importancia serán: integrar, involucrar y unir a las personas; diagnosticar la evolución de la situación y los problemas asociados y, por último, garantizar la situación financiera de la empresa.
Para llevar a cabo estas tareas, se necesitarán competencias como un liderazgo fuerte e integrador con capacidad de motivar a las personas (es la primera virtud señalada por el 76% de los encuestados), así como una visión estratégica a medio y largo plazo (revisable a corto) y la cintura suficiente para gestionar los cambios. Las habilidades que, en términos relativos, perderán importancia serán el desarrollo personal, la integración de la vida profesional con la personal, la creación de redes profesionales y la capacidad de influir.
“Constatamos que las empresas necesitan directivos que sean fuertes, pero a la vez cercanos; capaces de crear relaciones colaborativas, de impulsar el trabajo en equipo, de liderar estructuras en red, y también de impulsar la transversalidad y la multifuncionalidad en sus empresas. Las compañías son ágiles en la medida en que cuentan con muchas personas en sus equipos con criterio de negocio y con poder para tomar decisiones”, señalan los autores del estudio. “Aventuramos que los comités de dirección serán cada vez más líquidos, con miembros permanentes y no permanentes, con unas normas de funcionamiento muy flexibles. Deberán funcionar con formatos distintos en función del contenido y del tipo de decisiones que tengan que tomar. Los directivos que ganarán peso relativo en los comités de dirección serán los de innovación, digital, finanzas, negocio, ventas y, por último, personas”.
No se trata sólo del perfil de los propios directivos, sino de sus equipos. Éstos, según Huete y Núñez, “han de ser distintos pero unidos. Esto se aplica también para los consejos de administración. La diversidad en habilidades blandas y en experiencia profesional es posible que prime sobre la de género, edad, y nacionalidad. La clave está no sólo en la calidad de los individuos por separado, sino sobre todo en la calidad de sus relaciones”. Es decir, parece que las famosas cuotas de minorías, tan de moda últimamente, podrían pasar a un segundo plano.
Valores
Los momentos de crisis subrayan especialmente la necesidad de contar con determinados valores. “Los valores son creencias a través de las cuales se interpreta la realidad y se elige el perfil de conductas. Liderar con el ejemplo nunca ha sido más necesario. El ejemplo hace y legitima al líder. Dirigir es enseñar conocimientos, competencias, actitudes y creencias valiosas”, indican Núñez y Huete.
Otra característica que los encuestados ven imprescindible para el mundo pos Covid es la fortaleza: “La adversidad se vence con foco (en lo que se tiene, no en lo que no se tiene; y en lo que uno puede hacer, no en lo que otros han de hacer), razones de peso por las cuales vale la pena exigirse y con iniciativas que desbrocen una posible solución. La resiliencia se construye con mecanismos de defensa que rebajan el sentimiento de la presión exterior, y a la vez permitan el desarrollo de buenos hábitos cognitivos, emocionales y de conducta”. También destacan la virtud de la comunicación: “La claridad en la visión y la cohesión en el equipo directivo quedarían limitadas si no se añade comunicación y capacidad de escucha. Un líder ha de saber contar relatos creíbles, relevantes, diferenciales y emocionales”.
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