«Ahora se valora especialmente la experiencia en situaciones complejas»

 2 octubre, 2020
Escrito por Antonio Núñez

Artículo de ‘Expansión’ escrito el 2 de octubre de 2020.

¿Qué canales son los más adecuados para entrar en su órbita de búsquedas?

Hoy en día los canales se han multiplicado. A los tradicionales se le han sumado las redes sociales, especialmente LinkedIn que cada vez es más utilizado por los altos directivos y potenciales consejeros a los que nosotros principalmente nos dirigimos. También son relevantes algunos ecosistemas como las Escuelas de Negocio o ámbitos de Gobierno Corporativo, y por supuesto las fuentes. Al final es un negocio basado en la confianza, por lo que los antiguos candidatos y clientes son una excelente fuente de relación.

¿En qué difiere el directivo / profesional que ahora demandan las organizaciones del que requerían en la época pre-Covid?

En general estamos ante un entorno incierto y mucho más competitivo. Por esta razón los perfiles que están demandando las empresas son perfiles muy orientados al negocio, con gran capacidad de resiliencia y muy acostumbrados a trabajar en situaciones adversas y con equipos en remoto. En un Estudio reciente que he realizado con Luis Huete, profesor del IESE preguntamos a más de mil CEOs cual es su opinión sobre el perfil del directivo que demandan las organizaciones para triunfar en el contexto actual. Las competencias que ganan en importancia son el liderazgo fuerte e integrador con capacidad de motivar, inspirar y unir a las personas; la visión estratégica a medio/largo plazo revisable a corto y por último la flexibilidad y la gestión del cambio.

¿Qué cualidades convierten a un candidato en un aspirante excepcional?

Creo que es una combinación de una excelente capacidad técnica, unas competencias directivas adecuadas a las nuevas soft skills y unos valores sólidos. En definitiva lo que podríamos resumir como “gente buena y buena gente”

¿Siguen siendo las recomendaciones / referencias el factor que más peso tiene en la decisión final?

El factor que más peso tiene es demostrar una trayectoria profesional y personal coherente y consistente que encaje con el perfil de la búsqueda que estamos realizando en ese momento. Las recomendaciones y referencias son valiosas y siempre las prestamos mucha atención, pero deben ser reales. Cuando hablo con un referente y sólo me habla bien de un candidato desconfío. Todos tenemos aciertos pero también áreas de mejora y eso garantiza la credibilidad.

¿Edad o experiencia? ¿En qué momento la edad puede dejar de lado un candidato que acceda a un puesto?

Hemos vivido unos años donde la edad era un handicap y no se consideraba la experiencia acreditada por encima de los años. Casi tenías que pedir disculpas y justificarlo muy bien si en una terna de candidatos presentabas a alguien con más de 50 años.

Creo que es un sinsentido y una pérdida tremenda de capital humano. Un profesional en esa época de su vida acumula mucha experiencia profesional y personal, y sobre todo una gran madurez. Estas cualidades son muy importantes a la hora de desempeñar posiciones directivas.

Por varios motivos, como los cambios demográficos o la nueva situación de incertidumbre consecuencia de esta pandemia, ahora se valoran especialmente la experiencia en situaciones complejas, la visión y los valores. Parece que se va recuperando el sentido común y cada vez se reconoce este tesoro de la experiencia y la madurez.

Las start up están demandando perfiles más sénior para liderar sus áreas de gestión, pero a partir de su experiencia, ¿es una opción que valoran positivamente los directivos en búsqueda activa?

En algunos casos si, pero la dinámica que conllevan estas organizaciones, con unas estructuras muy planas, prácticamente sin jerarquía, y con un funcionamiento muy ágil, no siempre son adecuados para algunos perfiles con usos y costumbres más tradicionales.

¿Qué actitudes son inaceptables en un cazatalentos? ¿Y en un candidato?

En un cazatalentos creo que la arrogancia, la superficialidad o la falta de empatía.

En un candidato la poco profesionalidad que se traduce en no prepararse bien los temas o en la falta de interés.

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