El triunvirato en el que se apoya el CEO tras el Covid-19
Artículo de ‘Expansión’ escrito el 19 de octubre de 2021.
El primer triunvirato de la Historia es el que formaron Licinio Craso, Julio César y Pompeyo Magno en el siglo I a. C, pero sólo duró siete años. Nació muy debilitado porque sus tres protagonistas estuvieron más tiempo enemistados que trabajando por la paz del Imperio Romano. El segundo también tuvo como escenario dicho imperio y se produjo en el mismo siglo. Formado por Octavio, Marco Antonio y Marco Emilio Lépido, sí trabajó para conseguir la paz tras la muerte de Julio César y los disturbios que se produjeron en las calles de Roma, pero fue tan débil como el anterior. Demasiados gallos en un mismo corral. Y es que, aunque los triunviratos no han sido siempre un fracaso, sí han tenido un problema difícil de solucionar cuando alguno de sus miembros ha pretendido ejercer su autoridad frente a los otros dos. Sin llegar a ser tan sangrientos como los dos que marcaron esa etapa del Imperio Romano, en las empresas también ha habido algún intento de imponer este modelo de gestión, pero su fracaso ha sido generalizado.
Quizá la era pos-Covid, donde el modelo híbrido impone la colaboración, suponga un punto de inflexión. Al menos es lo que se deduce de una investigación elaborada por Luis Huete y Antonio Núñez que nace de haber encuestado a más de dos mil altos directivos que definen el papel actual del CEO y las personas que se han convertido en sus principales apoyos. “Están creando una especie de triunvirato a su alrededor compuesto por los directores de los departamentos de Personas, Finanzas y Ventas”, explica Núñez, senior partner de Parangon Partners, que cree que este modelo de gestión será beneficioso para las empresas en un entorno cada vez más competitivo. “Son las áreas que más protagonismo han adquirido durante la pandemia y el CEO se está apoyando en sus responsables porque sabe que la estabilidad financiera de la empresa, el éxito de las ventas y la gestión del talento determinarán el futuro de la compañía”, asegura Núñez.
Pero, ¿sabrán los CEO adaptarse a este nuevo escenario? “Hago muchos procesos de selección en diferentes países, desde China hasta México, pasando por España y creo que los directivos españoles son los que mejor se están adaptando a esta situación”, asegura Núñez. Entre las conclusiones que ofrece el estudio que ha elaborado junto a Huete, profesor extraordinario de IESE Business School y vicepresidente del Instituto Gobernanza y Sociedad, destacan otros datos que definen muy bien el futuro de los CEO (quizá también su presente). Por ejemplo, el 43% de los encuestados afirman que la crisis les ha unido como equipo y un 27% han constatado una mayor colaboración entre los departamentos, que antes se comportaban como “silos independientes” y que ahora deben esforzarse en colaborar. En cambio, la falta de contacto físico provocada por el teletrabajo les ha alejado emocionalmente de sus equipos.
También, la pandemia ha supuesto una redefinición de las prioridades del CEO, algo que se ha producido en los últimos meses, ya que motivar al equipo humano es la segunda tarea más importante que hoy afrontan. “La batalla más determinante que se va a librar en las empresas es la del talento y o los directivos se preocupan por motivar a sus equipos y hacer que crezcan o perderán esta guerra”, explica Núñez. Es el tema que más peso ha ganado en la agenda del Comité de Dirección de todas las empresas, según el 32% de los encuestados. Tras dicha tarea, destacan la puesta del cliente en el centro de la estrategia (51%), la gestión de riesgos (45%), la seguridad tanto de los empleados como de los clientes (43%) y la innovación (40%).
Puede ver el artículo original pinchando aquí