“El liderazgo conlleva una responsabilidad con la sociedad”
Miguel Carmelo, nacido en Jaén en 1956, se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid y se doctoró por la Universidad Autónoma de Madrid. Comenzó su carrera en Unilever, compañía en la que desempeñó diferentes cargos desde 1982. En 1997 fue nombrado presidente y director general de Lever España y desde 2000 es Presidente de la Universidad Europea.
Pregunta. ¿Cómo entiende el liderazgo?
Respuesta. El liderazgo puede entenderse como la cualidad que hace posible que una persona pueda inspirar a los demás o representar las acciones de un individuo o grupo. Pero el liderazgo engloba algo más importante que es responsabilidad hacia la sociedad.
P. ¿Cree que se puede formar a un líder o este nace y se va conformando con su propia experiencia?
R. La formación es la clave; aunque el líder tenga ya unas cualidades innatas y se enriquezca a través de su experiencia en la gestión de personas. El liderazgo debe ser una de las habilidades, competencias y valores que se enseñen y desarrollen en la educación superior, como parte indispensable y trasversal a todas las titulaciones. Y que esta capacidad, unida a otras como el emprendimiento, el trabajo en equipo, la creatividad o el compromiso ético, enriquezcan y completen el perfil del graduado y le capaciten para trabajar en un entorno globalizado y cambiante. Los modelos académicos deben trascender el aprendizaje exclusivo de conocimientos y apostar por el desarrollo de estas competencias
P. ¿Tiene un modelo de líder?
R. Nelson Mandela. Un líder cuyo comportamiento puede servir de ejemplo para directivos y profesionales en la actualidad. Sobre todo por su capacidad para afrontar la adversidad, su empatía para conectar con los demás, su paciencia, su capacidad de perdón, de aprendizaje cuando cometía errores, su cautela, generosidad y constancia, entre otras habilidades.
P. ¿Cómo balancea el corto y largo plazo?
R. Los efectos que propiciarían grandes cambios en el sistema educativo no pueden verse claramente en el corto plazo, pero son necesarios. Creo que se deben invertir todos los esfuerzos en el corto plazo para más adelante recoger los frutos. Aunque estos tarden en recogerse.
P. ¿Cuál ha sido su reto más complejo?
R. Sin duda, pasar de trabajar en una multinacional de productos de gran consumo a una universidad. Aprender los fundamentos de un centro de estudios y enriquecerlos con la gestión y la planificación, con el valor que todas las personas, además de los profesores, pueden aportar a los estudiantes, fue un reto fabuloso, que además me enriqueció mucho como persona y como profesional.
P. ¿Cuáles son sus prioridades tras la crisis?
R. Una vez aceptado el hecho de que estamos saliendo de la crisis, otro grave problema es la desigualdad. Cuestión que mantiene una estrecha relación con la educación. De ahí que mi prioridad, así como la de todos y cada uno de los que integramos la Universidad Europea, sea trabajar en aras de una formación que proporcione a nuestros estudiantes los conocimientos que les faciliten su incorporación al mundo laboral en condiciones acordes con la sociedad que nos ha tocado vivir.
P. Después de esta crisis parece que asistimos a una auténtica falta de referentes, ¿qué valores debe priorizar el líder?
R. Por lo que a mí respecta, debemos enseñar a nuestros jóvenes a ser responsables socialmente, así como a tener valores y sensibilidad frente a la igualdad, la solidaridad y el medio ambiente.
P. ¿Cuál ha sido su mejor y su peor decisión?
R. Mi día a día está lleno de buenas y de malas decisiones. El aprendizaje es constante y conlleva equivocarse tantas veces como las que se acierta. Siempre se aprende pero nunca se termina de aprender; un sabio consejo de un viejo profesor.
P. ¿De quién ha aprendido más a ser un líder?
R. Indudablemente, he tenido mucho maestros, especialmente los primeros años de mi carrera profesional en Unilever. Con el tiempo, me he dado cuenta de que hay muchísima gente de la que se puede aprender, especialmente si uno está atento a las circunstancias.
P. ¿Cuál es para usted el mejor libro de liderazgo?
R. Me inspiran los libros donde la inteligencia y la bondad se combinan por igual. Si tuviese que elegir uno, diría que La elegancia del erizo, de Muriel Barbery.
P. ¿Cómo distribuye su agenda?
R. Siempre empiezo el día con algo de deporte. Cuidarse es importante, y el ejercicio físico ayuda a comenzar la jornada con optimismo. Los viajes profesionales ocupan gran parte de mi agenda. Pero sobre todo, la actividad más importante, es hablar con la gente.