CEOs a la altura de la poscrisis: ¿Qué condiciones deben reunir?
Artículo de ‘Mujeres y Cia’ escrito el 14 de diciembre de 2021.
“Cómo el COVID está cambiando el perfil y la agenda de la empresa” ha sido el título de una serie de estudios que han detectado las huellas que la pandemia fue dejando en los distintos niveles que conforman una organización empresaria.
Realizado por Antonio Nuñez Martin, Senior Partner de Parangon Partners, arrojó valiosa información acerca de CEOs, Consejo, la Dirección Corporativa de Personas, las Estructuras organizativas y las Nuevas Formas de Trabajo.
En esta oportunidad compartimos las 10 características que definen los atributos necesarios para que un hombre o mujer en funciones de CEO transiten con éxito la etapa poscrisis:
- Liderazgo fuerte e integrador con capacidad de motivar, inspirar y unir a las personas: Exigencia y cercanía es una combinación que funciona. La complejidad hace cada día más necesario el liderazgo de un equipo diverso, complementario y colaborativo.
- Visión estratégica a medio/largo plazo revisable a corto: para alinear a una organización se han de definir prioridades de corto y largo plazo y revisarlas con la frecuencia que exija el ritmo de cambio del mercado. En simultáneo, hay que alinear estructuras, culturas, sistemas de refuerzo de la conducta y variables similares. La crisis pide más sabiduría práctica: esa mezcla de prudencia, equilibrio y sentido práctico a la hora de articular prioridades y de alinear su organización.
- Flexibilidad y gestión del cambio: el mercado es fluido y la continua adaptabilidad a los cambios requiere una organización con más conocimiento compartido y con mayores niveles de delegación. Las estructuras en forma de red pueden convivir con las estructuras en forma de red.
- Valores y ejemplaridad: solidaridad, cercanía, humildad, optimismo, valentía. Los valores son creencias a través de las cuales se interpreta la realidad y se elige el perfil de conductas. Liderar con el ejemplo nunca ha sido más necesario. El ejemplo hace y legitima. Dirigir es enseñar conocimientos, competencias, actitudes y creencias valiosas.
- Resiliencia y gestión de la adversidad: La adversidad se vence con foco (en lo que se tiene, no en lo que no se tiene; y en lo que uno puede hacer, no en lo que otros han de hacer), razones de peso por las cuales vale la pena exigirse y con iniciativas que desbrocen una posible solución. La resiliencia se construye con mecanismos de defensa que rebajan el sentimiento de la presión exterior, y a la vez permitan el desarrollo de buenos hábitos cognitivos, emocionales y de conducta.
- Innovar en la era digital: La batalla en los mercados son batallas entre modelos de negocio. El futuro es digital. La innovación digital de los modelos de negocio es una tarea en la que las y los líderes han de convocar al talento interno y externo.
- Toma de decisiones: La mejora del proceso de toma de decisiones es una tarea pendiente. Quienes ejercen cargos directivos no son inmunes a los sesgos y distorsiones cognitivas. Se necesitan datos, no muchos. sino apropiados para la naturaleza de la decisión que se ha de tomar.
- Eficiencia y orientación a resultados: La viabilidad de las empresas se juega en la efectividad y en la eficiencia en el corto y largo plazo. Los y las líderes eficientes deben saber gestionar en primer lugar su recurso más escaso: el tiempo. Y también el de su equipo cercano, sabiendo manejar las reuniones y su agenda personal y relacional.
- Colaborador y trabajador en equipo, liderando en red, de forma transversal y multifuncional: La coordinación y la confianza mutua genera colaboración. Las estructuras jerárquicas y de control son insuficientes. Parte del trabajo de los y las líderes es conectar en forma de red el conocimiento disperso que se encuentra en la organización.
- Comunicación, con capacidad de escucha: La claridad en la visión y la cohesión en el equipo directivo quedarían limitadas si no se añade comunicación y capacidad de escucha. Quienes lideran han de saber contar relatos creíbles, relevantes, diferenciales y emocionales.
En la encuesta aparecen relegadas como competencias menos importantes: las habilidad de influencia, la creación de redes profesionales, el desarrollo personal y la integración de la vida profesional con la personal.
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