Cómo mirar al futuro con visión y estrategia
Artículo de ‘Expansión’ escrito el 18 de julio de 2023.
En el mundo empresarial actual, el papel del líder como estratega es de vital importancia. Si es capaz de alinear a toda una organización hacia un objetivo compartido, marcará la diferencia entre el éxito y el estancamiento. Esta tarea desafiante implica mirar hacia el futuro, aprender de los errores y aprovechar las oportunidades. Como afirmó Miguel de Unamuno, hay “que ser padre de tu futuro, no hijo de tu pasado”. Y una vez que se alcanzan los objetivos, es fundamental evaluarlos para comprobar si se han cumplido las expectativas proyectadas.
En un mundo marcado por la incertidumbre, se requiere un CEO prudente. La crisis financiera de 2007 dejó en evidencia los excesos cometidos durante los ciclos de bonanza. Tomar decisiones sin evaluar adecuadamente los riesgos ha quedado obsoleto, dando paso a un nuevo tipo de líder más cauteloso. Este enfoque estratégico busca equilibrar el riesgo y la audacia empresarial. Como afirmaba Peter Drucker, “donde hay una empresa de éxito, alguien tomó alguna vez una decisión valiente”.
Un líder también debe ser visionario, capaz de establecer el rumbo a seguir. Tener una visión clara del futuro es fundamental para diseñar la hoja de ruta que guiará a la organización. Generar confianza se ha convertido en una preocupación prioritaria, algo que comentaba en El líder ante el espejo Federico González Tejera, CEO de Radisson. Es crucial comprender que los desafíos a los que se enfrenta después de una crisis adquieren un énfasis diferente.
No basta con tener una visión estratégica, también es necesario implementarla adecuadamente. Marta Martínez, que fue presidenta de IBM, sostiene que la visión de futuro implica pensar constantemente en lo que somos, en lo que queremos ser y en cómo lograrlo. Las decisiones que se tomen en el presente determinarán el uso de las capacidades de la empresa a largo plazo. Es imprescindible realizar un análisis que tenga en cuenta la situación actual de la empresa, su entorno y las tendencias para alcanzar las metas propuestas.
Además, un CEO exitoso debe garantizar la misión y la cultura corporativa de la empresa. Si se piensa a largo plazo, los objetivos de la empresa deben converger en su misión, que sirve como guía para la toma de decisiones por parte de la dirección. Tomás Pascual, presidente de Calidad Pascual, reconoce que “una empresa sin misión carece de sentido, ya que la dirección no tendría una meta que mantener ni un rumbo que seguir”. La misión no solo es una forma de mantener la dirección, sino que también es un elemento cultural que da vida y forma a la entidad.
Un CEO efectivo también debe ser un comunicador hábil y curioso. María Carceller, CEO de Rodilla, lo tiene claro: “Para mí, el liderazgo significa crear futuro y comunicarlo en la empresa. Para lograrlo, se necesitan cualidades como una visión clara, capacidad estratégica, habilidades de comunicación efectiva y la capacidad de escuchar para obtener el compromiso de toda la organización”. Estar siempre atento a las nuevas oportunidades con una curiosidad apasionada es fundamental. En un escenario optimista, no debemos olvidar las palabras de Winston Churchill: “Los pesimistas ven las dificultades ante cada oportunidad. Los optimistas ven las oportunidades ante cada dificultad”.
El liderazgo efectivo implica forjar el futuro con visión y estrategia. Es necesario ser prudente, visionario e implementador, garantizando la misión y la cultura corporativa. Además, se requiere una comunicación clara y efectiva, así como una curiosidad constante para identificar nuevas oportunidades. En un mundo en constante cambio, el líder estratega se convierte en el arquitecto del futuro de la organización, guiando a su equipo hacia el éxito empresarial.
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