Ejemplaridad y resiliencia para dirigir en tiempos turbulentos

 25 julio, 2023
Escrito por Antonio Núñez

Artículo de ‘Expansión’ escrito el 25 de julio de 2023.

“Tus creencias se convierten en tus pensamientos, tus pensamientos se convierten en tus palabras, tus palabras se convierten en tus acciones, tus acciones se convierten en tus hábitos, tus hábitos se convierten en tus valores. Tus valores se convierten en tu destino”. Estas palabras de Mahatma Gandhi servirían para definir los tiempos de incertidumbre que vivimos y cómo deberían enfrentarse a ellos aquellos que nos lideran, en la empresa o en la política. La pandemia, la guerra y la inflación han sacudido los cimientos de la sociedad y el liderazgo es un factor crucial para la seguridad y el éxito de las empresas. Muchas compañías se vieron desbordadas ante la falta de un plan cuando comenzó la pandemia y muchos líderes recurrieron a la formación de comités de crisis para tomar decisiones cruciales en relación al negocio y a las personas. Pero, ¿qué ocurrió después? ¿Cómo deben actuar hoy los líderes?

La ejemplaridad se vuelve más crucial que nunca. Si un equipo necesita un referente, quién mejor que su propio CEO para asegurarse de que se siguen los patrones correctos. El liderazgo radica en ser un ejemplo de coherencia entre lo que se propone y cómo se alcanza. En palabras de Antonio Urcelay, ex-CEO de ToysRUs, un consejero delegado debe ser “un potenciador de talentos ajenos e inspiración para los demás”. Es importante recordar que todos somos propensos a cometer errores, nadie es infalible. Sin embargo, si un líder desea crecer, debe estar dispuesto a reconocer y aprender de sus propias equivocaciones. La crítica constructiva enriquece y genera empatía, y la humildad es el puente que conecta ambas dimensiones.

La capacidad de convicción es una de las habilidades más valoradas. En la antigua Grecia, Aristóteles definió la retórica como “el arte de descubrir, en cada caso en particular, los medios adecuados para la persuasión”. El liderazgo es influencia, la capacidad de incentivar a las personas para que trabajen con entusiasmo hacia un objetivo común.

Asimismo, es deseable que el líder sea un servidor. Es decir, que tenga un espíritu de servicio hacia el bienestar de los demás, tanto en el ámbito global de la empresa como en el individual. Esta vocación se traduce en acciones concretas para fomentar el bienestar y la felicidad de los accionistas, los empleados y sus colaboradores. No se trata de un liderazgo blando, sino de una forma poderosa y efectiva de liderar.

La transparencia es otro valor fundamental en el liderazgo. En ocasiones, algunas entidades han fallado en demostrar un nivel adecuado de integridad, y son los líderes quienes deben dar el ejemplo en cuanto a la honestidad que impregna a sus compañías. La honestidad debe ser el fundamento de cualquier gestión.

El espíritu de sacrificio ha perdido cierto protagonismo en los últimos años, pero la capacidad de sacrificio y superación representa un activo importante para afrontar los desafíos futuros con las mayores garantías de éxito.

En conclusión, el liderazgo en tiempos turbulentos exige una sólida base de valores y una ejemplaridad constante. Como decía Jose Ignacio Goirigolzarri, presidente de la CaixaBank, con motivo del prólogo del libro El líder ante la innovación, “la ejemplaridad legitima al líder”. La capacidad de convicción, el servicio a los demás y la transparencia son cualidades esenciales que deben guiar las acciones de un líder. Además, la integridad, el sacrificio y la resiliencia son virtudes clave para afrontar los retos futuros con confianza. En este momento de oportunidad, es el momento de fortalecer nuestros valores y ejercitar un optimismo basado en la resiliencia humana. Como bien señala Bruckner, nuestras arrugas del alma pueden ser las enfermedades más graves, pero también pueden ser la fuente de nuestra fuerza y crecimiento.

Puede ver el artículo original pinchando aquí