La sostenibilidad gana peso en la estrategia de las organizaciones

 18 enero, 2022
Escrito por Antonio Núñez

Artículo de ‘Dirigente digital’ escrito el 18 de enero de 2022.

Desde hace un tiempo los conceptos de futuro y sostenibilidad van de la mano. Ya no es posible entender el uno sin el otro. Por ello, en la actualidad las empresas deben asumir un nuevo reto: ser capaces de identificar sus riesgos, oportunidades y costes para encaminarse a generar una actividad productiva más sostenible. En este contexto, Antonio Núñez, Senior Partner de Parangon Partners y Carlos Corominas, director de Contenidos en Opinno, han abordado el papel que juega este elemento dentro de las organizaciones.

De este modo, sus investigaciones han dado lugar a un nuevo estudio titulado ‘Claves de Sostenibilidad para la Alta Dirección’, en el que se recoge la visión que presentan altos cargos de organizaciones en la aplicación de criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza). Para su elaboración ha contado con la participación de una muestra de 2.430 altos dirigentes, de los que el 63% son CEO, el 26% Directores Corporativos de Personas y el 11% altos dirigentes con responsabilidad en el Comité de Dirección de las compañías.

Entre las cuestiones que se han analizado, los autores destacan en primer lugar que, actualmente, los criterios ESG son entendidos como herramientas impulsoras de la sostenibilidad. “En los últimos años ha pasado de ser un elemento complementario y reputacional para convertirse en un asunto transversal para las organizaciones”, explican. Según comentan, estas prácticas también son beneficiosas para el negocio en la medida en que las tendencias de inversión “marcan un claro interés hacia carteras con criterios que tengan en cuenta estos aspectos y que impulsen la transformación de sus negocios hacia aquellos con impactos positivos”.

En este sentido, destacan que en el informe de Macquarie Asset Management, titulado ‘2021 ESG Survey Report2’, el 74% de los inversores encuestados apuntaba a que mejora el retorno de la inversión.

Según explican, las tareas relacionadas con la sostenibilidad se desempeñan principalmente en departamentos específicos, “aunque en ocasiones se integran en otras áreas”. Así, destacan que en los últimos años ha comenzado a ganar peso de forma estructural, gracias a lo cual las organizaciones están empezando a dotarse de profesionales específicos y departamentos enfocados al desempeño de esta materia. Los datos expuestos en el documento indican que el 41,8% de las empresas encuestadas cuenta con un departamento específicamente dedicado a tareas de sostenibilidad, frente al 26,1% que todavía integran esta materia como parte de otras áreas. Por su parte, un 32,1% reconoce que no tienen ningún área específica destinada a dicha gestión.

En esta misma línea, a la hora de abordar la apuesta económica de las organizaciones, un 69,1% de las compañías ya destina una parte “específica” de su presupuesto a la sostenibilidad, mientras que un 27,9% no lo incluye en sus previsiones y un 3% “desconoce si existe una partida concreta”. En este punto, para ayudar a los más rezagados, Núñez y Corominas apuestan por cinco acciones para introducir la sostenibilidad en cualquier institución: designar responsables específicos, implicar al Consejo de Administración y al CEO, elaborar una estrategia de sostenibilidad integrada con el Plan Estratégico, dotar de presupuesto y medir el desempeño.

Siguiendo las páginas del estudio, una prueba más de que la sostenibilidad, entendida desde su perspectiva social, ambiental y económica, ha llegado para quedarse es su presencia en el Consejo de Administración, en la agenda del CEO o en el Comité de Dirección. En los tres casos, el 95,2% de los encuestados lo corrobora y afirma que “sí tiene importancia en su actividad habitual”. Además, también existe otro dato que sirve para visualizar el “compromiso” del Comité de Dirección, “la dedicación que emplea para supervisar el desempeño de la empresa en materia ESG”. Un 38,8% de los CEO afirma que su comité revisa estas métricas trimestralmente, un 13,3% lo hace semestralmente y un 21,2%, anualmente.

Principales desafíos
Tal y como apuntan algunos estudios, “el tamaño de la empresa puede condicionar sus retos y posibilidades”. Por ejemplo, un análisis del mid-market realizado por Grant Thornton9 “advierte que el desembolso financiero necesario para desarrollar un programa de sostenibilidad podría ser una traba” y, además, “la mayoría de las compañías de tamaño medio desconocen cómo empezar a medir la sostenibilidad” o que únicamente un tercio “considera los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) al realizar y definir su estrategia empresarial”.

Unido a estos datos, otra de las barreras que destacan la gran mayoría de compañías es la falta de recursos o de tiempo, un elemento destacado por el 40,2% de los CEO encuestados. Además, un 22,5% comenta que sus inversores priorizan la rentabilidad económica frente al mejor desempeño en sostenibilidad y para un 17% este tipo de acciones e inversiones no tienen efecto tangible a corto plazo. Por su parte, entre los aspectos positivos destacan la mejora de la imagen de marca que supone trabajar en esta materia. De hecho, un 25% la elige como principal motivo y un 21,9%, como segundo.

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