Manual para tomar decisiones en la empresa (y salir airoso)
Artículo de ‘Expansión’ escrito el 8 de agosto de 2023.
En el vertiginoso mundo de los negocios, el liderazgo juega un papel fundamental. Uno de los aspectos más críticos que distingue a un líder destacado es su capacidad para tomar decisiones, tanto en momentos rutinarios como en situaciones cruciales. Estas decisiones forman parte del capital humano de una organización y su calidad determina, en gran medida, el éxito o fracaso de la misma. Sin embargo, en ocasiones, la información disponible puede ser limitada, especialmente en un contexto tan cambiante y sujeto al escrutinio público constante como el actual. En esta era de exceso de información, donde la velocidad prima sobre la profundidad, la precisión en la toma de decisiones adquiere aún más relevancia.
En palabras de William Shakespeare, “Ser o no ser, esa es la cuestión”. En un entorno empresarial donde la incertidumbre es moneda corriente, la capacidad de decidir de manera asertiva se vuelve esencial para el éxito de cualquier líder.
Un ejemplo destacado de liderazgo empresarial en España es Isidro Fainé, expresidente de CaixaBank y actual presidente de la Fundación La Caixa. Fainé es reconocido por su habilidad para tomar decisiones estratégicas en momentos de crisis y transformar una entidad financiera en dificultades en una de las principales instituciones financieras del país. Durante su liderazgo, Fainé tomó la decisión audaz de fusionar CaixaBank con Bankia, creando así el mayor banco de España y sentando las bases para una mayor solidez y crecimiento en el sector financiero.
Otro ejemplo notable de liderazgo empresarial en España es José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica. Álvarez-Pallete ha liderado la transformación de Telefónica en una compañía líder en servicios digitales y telecomunicaciones. Bajo su liderazgo, la empresa ha apostado por la innovación y la diversificación, expandiéndose a nuevos mercados y fortaleciendo su posición en el ámbito de las tecnologías digitales. La capacidad de Álvarez-Pallete para tomar decisiones estratégicas en un sector altamente competitivo ha sido clave para el éxito de Telefónica en un entorno empresarial en constante evolución.
Estos ejemplos resaltan la importancia de la toma de decisiones en el liderazgo empresarial. Tanto Fainé como Álvarez-Pallete han enfrentado desafíos significativos y han tomado decisiones valientes para impulsar el crecimiento y la transformación de sus respectivas organizaciones. Su capacidad para decidir con liderazgo y determinación ha sido clave en su éxito y en el logro de resultados sobresalientes.
En la actualidad, no se trata simplemente de saber más, sino de ser ágil y tomar la delantera, incluso si eso implica poner en segundo plano la calidad del contenido. Los rápidos cambios que impone el entorno global nos obligan a tomar decisiones rápidas, lo cual puede resultar contradictorio para aquellos que defienden la conveniencia de apostar por la prudencia, la tranquilidad y la gestión del tiempo en este proceso.
En este sentido, basado en una amplia experiencia en el mundo empresarial y en estrecha colaboración con destacados líderes, es posible identificar algunas sugerencias clave para facilitar el proceso de toma de decisiones:
1. No temer a la toma de decisiones y evitar la angustia paralizante que puede surgir. Como dijo una vez el filósofo Séneca, “No es porque las cosas son difíciles que no nos atrevemos, es porque no nos atrevemos que son difíciles”. El temor puede limitar nuestras capacidades y sofocar nuestra creatividad. Debemos recordar que el miedo es una anticipación de un peligro que aún no ha ocurrido. Al enfrentarlo con valentía, aumentamos nuestras posibilidades de mantener el control y tomar decisiones acertadas.
2. Destinar tiempo a reflexionar sobre la mejor manera de abordar las situaciones. Esto implica abrirse a diferentes perspectivas y obtener aportes de personas tanto dentro como fuera de nuestra red profesional. El intercambio de ideas nos brinda una amplitud de conocimientos técnicos y nos enseña la importancia de la humildad. Estos valores son fundamentales para los líderes de alta dirección, ya que les permiten tomar decisiones más informadas y enriquecedoras para su organización.
3. Delegar la toma de decisiones en aquellos miembros de nuestro equipo que poseen las competencias necesarias y en quienes confiamos. No todas las decisiones requieren nuestra atención directa, y a menudo no disponemos del tiempo o la información adecuada para tomarlas con eficacia. Contar con colaboradores capacitados, empoderados y con autoridad en sus áreas de competencia nos facilita enormemente la tarea. Apostar por un equipo sólido demuestra inteligencia y garantiza la supervivencia y el éxito a largo plazo.
4. Evitar posponer decisiones trascendentales. La dilación solo muestra debilidad, inseguridad o una mala gestión estructural. Aquellas decisiones que requieren atención inmediata deben ser abordadas de manera oportuna. Esto beneficia tanto a nosotros como líderes, como a nuestro equipo y a la empresa en su conjunto.
En conclusión, adaptarse a entornos de alta incertidumbre es parte del desafío diario de los líderes de alta dirección. Este desafío implica equilibrar intereses y necesidades, gestionar poderes y contrapoderes, y atender a clientes, proveedores, stakeholders y empleados. Afrontar estos desafíos con decisión, sin dejar que el miedo o la parálisis nos detengan, pero con conciencia y análisis, es clave para avanzar. En el siglo XXI, decidir con liderazgo y acierto es la verdadera esencia de la alta dirección empresarial.
Recordemos que el liderazgo no se trata solo de tomar decisiones, sino de aprender de cada experiencia y utilizar ese aprendizaje para mejorar continuamente. Los líderes empresariales del siglo XXI son aquellos que se atreven a desafiar lo establecido, que se adaptan rápidamente a los cambios y que toman decisiones valientes y estratégicas para impulsar el éxito de sus organizaciones.
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