¿Por qué algunos líderes no logran inspirar admiración genuina?: la respuesta está en la comunicación

Artículo de ‘Capital Humano ‘ escrito el 3 de enero de 2025.

En el curso de mi trayectoria profesional he tenido la oportunidad de observar de cerca la dinámica entre líderes y equipos en una variedad de organizaciones. Una constante que emerge de estas experiencias es la percepción mixta sobre el liderazgo: ¿por qué algunos líderes no logran inspirar admiración genuina? ¿Qué provoca esa frialdad o tensión cuando un jefe se acerca a nuestra mesa o nos convoca a su despacho? Estas sensaciones, aunque comunes, son un reflejo de brechas en la comunicación y en la comprensión mutua de roles dentro de las organizaciones.

En el ámbito empresarial, esta desconexión no es meramente una cuestión de carácter o personalidad. Las causas subyacentes incluyen desde la falta de autoestima en ambas partes hasta una interpretación errónea del papel del líder y del colaborador. Por un lado, hay subordinados que temen proponer soluciones que podrían ser valiosas. Por otro, líderes que no logran transmitir una visión clara o un sentido de inclusión y participación. Sin embargo, es vital reconocer que ni los jefes suelen ser tan mediocres como a veces se les percibe, ni los empleados tan incomprendidos o desaprovechados como podrían sentir.

La clave para superar estas barreras está en la comunicación. Como afirmó el escritor irlandés George Bernard Shaw: «El mayor problema en la comunicación es la ilusión de que se ha logrado». Esta frase subraya la necesidad de una comunicación intencional, que no solo transmita mensajes, sino que también garantice su comprensión y su impacto.

La comunicación como arte y estrategia

La comunicación eficaz va más allá de la mera transmisión de información. Implica entender cómo adaptar el mensaje a diferentes audiencias, cómo escuchar activamente y cómo crear un entorno en el que todos se sientan valorados. Estas competencias son esenciales para los directores de recursos humanos, quienes actúan como puente entre la alta dirección y los empleados.

Cinco claves para una comunicación ganadora

• 1. Desarrollar una mente abierta y flexible: Conocer las necesidades del interlocutor es esencial para personalizar el mensaje. Esto incluye realizar una preparación mental previa, visualizando cómo se desea que fluya la conversación.
• 2. Adaptar el mensaje al receptor: Un mismo mensaje puede no ser igualmente efectivo en diferentes contextos. Ajustar el tono, el enfoque y los detalles es fundamental para garantizar la comprensión.
• 3. Escuchar activamente: En lugar de concentrarse en elaborar una respuesta inmediata, los líderes deben priorizar la comprensión del mensaje del otro. Este enfoque no solo evita malentendidos, sino que también fomenta relaciones de confianza.
• 4. Validar la comprensión: Confirmar que el mensaje ha sido entendido correctamente es tan importante como transmitirlo. Las preguntas aclaratorias son una herramienta valiosa en este sentido.
• 5. Reforzar los puntos clave: La repetición no solo asegura que el mensaje sea recordado, sino que también refuerza su importancia y su impacto.

Ejemplos actuales de liderazgo comunicativo

Para ilustrar estas prácticas, es útil analizar ejemplos de liderazgo empresarial que han destacado por su capacidad de comunicación. Satya Nadella, CEO de Microsoft, es un modelo notable. Desde que asumió el liderazgo, Nadella transformó la cultura corporativa al fomentar un entorno basado en la empatía y el aprendizaje continuo. Su enfoque comunicativo se caracteriza por su claridad y su capacidad para conectar con empleados de todos los niveles. Bajo su guía, Microsoft ha logrado revitalizar su identidad y posicionarse como un referente de innovación.

Otro caso inspirador es el de Arvind Krishna, CEO de IBM. Krishna ha liderado un cambio significativo en la estrategia de IBM hacia la inteligencia artificial y la nube, comunicando esta visión de manera efectiva tanto a sus colaboradores como al mercado. Su capacidad para articular una narrativa convincente ha sido clave para movilizar a su equipo hacia un objetivo común.

El rol del director de recursos humanos

Para los directores de recursos humanos, estas lecciones son particularmente relevantes. Actuar como mediadores efectivos entre la alta dirección y los empleados requiere una comunicación que inspire confianza y facilite el diálogo abierto. Además, deben ser capaces de identificar y desarrollar el talento interno, asegurándose de que cada colaborador entienda su contribución al éxito de la organización.

Un ejemplo que destaca en este contexto es el de Ana Botín, presidenta del Banco Santander. Botín ha enfatizado la importancia de la diversidad y la inclusión como pilares de la cultura organizacional. Su comunicación clara y su compromiso con estos valores han fortalecido la cohesión del equipo y han mejorado la percepción externa del banco.

Conclusión

La comunicación es el cimiento sobre el que se construye el liderazgo efectivo. Como dijo el poeta español Antonio Machado: «Caminante, no hay camino, se hace camino al andar». Para los líderes empresariales, esta frase es un recordatorio de que cada interacción es una oportunidad para definir su legado y fortalecer su relación con su equipo.

Al adoptar las prácticas descritas y aprender de los ejemplos de liderazgo actuales, los directores de recursos humanos tienen el poder de transformar sus organizaciones. No solo se trata de gestionar personas, sino de inspirarlas, guiarlas y capacitarlas para alcanzar su máximo potencial. Es así como se construyen culturas empresariales duraderas y exitosas, donde la comunicación actúa como el puente hacia un futuro compartido.

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