¿Qué 10 habilidades directivas están buscando las empresas en 2016?
El liderazgo está de moda. O mejor dicho, vuelve a ponerse de moda. Ahora que en España la incertidumbre política alcanza portadas internacionales, el debate de la opinión pública coincide es subrayar la escasa altura de miras de muchos “líderes” públicos. Cuando los intereses individuales se ponen por encima del colectivo, es tarea ímproba sacar adelante proyectos y organizaciones.
En los últimos meses he podido entrevistar a más de sesenta CEO y consejeros de las diferentes empresas y sectores, para el libro ‘En la planta noble. Reflexiones sobre Liderazgo para la Alta Dirección’. El 87% de los entrevistados consideran la visión estratégica como una de las tres principales cualidades del CEO, frente al 53% que prefieren la capacidad de motivar, el 37% la orientación a resultados, el 31% la flexibilidad y adaptación al cambio, un 22% los valores y la ejemplaridad, un 16% la comunicación o el 13% la gestión de la adversidad. ¿Cuántas de estas cualidades y capacidades se están poniendo en juego en el tablero político actual? ¿Cuántos priorizan los resultados (táctica) a la visión a largo plazo (estrategia)? ¿Quiénes están comunicando mejor sus valores o se están adaptando mejor al nuevo contexto socio político?
Cuando los intereses individuales se ponen por encima del colectivo, es tarea ímproba sacar adelante proyectos y organizaciones
Preguntas que exigen respuestas. Por este motivo, y con la experiencia adquirida en mi labor de ‘headhunter’ de posiciones directivas, me gustaría compartir con todos los lectores algunas ideas sobre qué perfiles y habilidades directivas están demandando las principales compañías en este 2016.
1. Visión estratégica con prudencia
Como resultado de la Gran Crisis Global de 2007 se erige un nuevo líder más prudente y equilibrado con el riesgo, y con una clara visión estratégica. Lo que podemos definir como sabiduría práctica y que encarna a la perfección Amancio Ortega.
2. Un liderazgo con capacidad de ilusionar
Napoleón Bonaparte definía un líder como un “negociador de esperanzas”. El directivo buscado responde a un estilo de dirección más horizontal e integrado propio de compañías de la Economía Digital donde existen menos rangos de mando. Debe ser un creador de equipos y tiene que ser más un ‘coach’ que un «jefe» con los rasgos de un líder carismático: empático, colaborador y con capacidad de unir.
3. Organización y orientación a resultados
Un líder debe saber gestionar en primer lugar su recurso más escaso: su tiempo. Para ello debe priorizar el valor y evaluar frecuentemente su jerarquía de prioridades con un enfoque flexible.
4. Flexibilidad y adaptación al cambio
Se espera de un líder que sea proactivo. Es decir, que tenga iniciativa y capacidad para anticiparse a retos, problemas o necesidades futuras. En 2020 un tercio de las competencias actuales no serán cruciales, mientras que «competencias sociales» como la persuasión, la inteligencia emocional o la colaboración serán fundamentales, según nos adelanta el Informe The Future of Jobs del Foro Davos 2016.
5. Valores y ejemplaridad
La ética, el compromiso y la confianza son valores que se generan en el día a día del quehacer laboral. Como pude constatar en los 10 años que trabajé en el IESE el ejemplo hace al líder. El liderazgo compartido debe estar basado en la confianza. Debe permitir el desarrollo de las personas de su equipo fomentando el respeto y el trato justo, como nos aconsejaba Baltasar Gracián en el ‘Arte de la Prudencia’: «Don de gentes. Conseguir la admiración general es mucho, pero es más ganar el afecto».
6. Comunicación
Existen muchas cualidades fundamentales para una comunicación eficiente pero para un buen liderazgo, hay dos muy importantes: la claridad ligada a la honestidad y una comunicación transversal.
El 87% de los entrevistados consideran la visión estratégica como una de las tres principales cualidades del CEO
El consejo es antiguo “dame el don de un corazón que escucha” sentenciaba elRey Salomón. Todo líder, todo directivo, debe saber vender lo que hace para seguir haciendo lo que vende.
7. Curiosidad apasionada
Se necesita mucha pasión y curiosidad para dirigir durante años una gran organización con ilusión. El conocimiento de otros procesos y mirar lasdistintas culturas implica también algunos cambios que pueden favorecer a la gestión de una empresa. Y por supuesto aprovechando todas las ventajas competitivas que nos aporta la tecnología. En definitiva un nuevo “Leonardo” que entienda y aprenda de las tendencias de su época.
8. Innovar en la nueva Era Digital
Si analizamos el CEO Outlook de KPMG con más de 1.200 directores, el 29% apunta a los ataques cibernéticos como el riesgo que mayor impacto puede tener en sus negocios. Así surge el Chief Digital Officer como uno de los aliados más poderosos del máximo ejecutivo de la empresa. Conscientes de estar viviendo la Cuarta Revolución Industrial, como definía recientemente el Foro de Davos, no tenemos otra opción: digitalizarse o desaparecer.
9. Foco
Es importante marcar unas pautas para ayudarnos a dirigir el interés y el esfuerzo hacia un objetivo compartido y con un foco determinado. El directivo que buscan las empresas sabe hacer simple lo difícil. Es mejor tener pocos objetivos pero que realmente se vayan a cumplir, que fijarnos demasiados objetivos que puedan desanimarnos o desenfocarnos.
10. Gestión de la adversidad
Decía Albert Einstein que “entre las dificultades se esconde la oportunidad”. Es clave la seguridad en sí mismo y que un ejecutivo se ponga un alto nivel de presión a sí mismo: tener la ambición de alcanzar más de lo que la empresa o los otros esperan.
Acabo estas reflexiones con una llamada al coraje, aprovechando un recuerdo de Mario Draghi. Su padre le hablaba de una pintada en una plaza alemana: «si has perdido dinero no has perdido nada, puedes recuperarlo con un buen negocio. Si has perdido el honor has perdido mucho pero puedes recuperarlo con un acto heroico. Si has perdido el coraje, lo has perdido todo».