¿Y si renunciamos todos?

 24 noviembre, 2022
Escrito por Antonio Núñez

Artículo de ‘Murcia economía’ escrito el 12 de septiembre de 2022.

Desde hace no mucho tiempo el mercado laboral está experimentando una transformación total. Un ejemplo visible de esto es lo que se ha venido a llamar la Gran Renuncia.

La Gran Renuncia tiene su origen en EEUU a finales de 2020, un fenómeno masivo de personas que dejan su puesto de trabajo de manera voluntaria. Las empresas españolas no han querido mostrar interés por este fenómeno argumentando que el mercado americano se caracteriza por el continuo movimiento de personas entre las empresas y que, esto, en España no se producía, por lo que no tendría mayor repercusión.

En EEUU casi 48 millones de personas, la población española actual, han renunciado a su puesto de trabajo en el año 2021. Muchas de ellas sin alternativa alguna. No querían trabajar en su empresa ni un minuto más, estaban hartos.

En España ha tardado un poco más en llegar, pero ya se empieza a ver un fenómeno similar. En el año 2021 más de 30.000 personas decidieron dejar su puesto de trabajo de manera voluntaria, números que siguen creciendo a día de hoy. Principalmente personas que aportan un gran valor a la organización. Lo que parecía que no iba a llegar, ya está aquí.

Un interesante estudio publicado recientemente por Antonio Núñez (Senior Partner de Parangon Partners), Elena Rodríguez (Directora de Opinno Madrid) y José Ramón Pin (Profesor de IESE) que lleva por nombre ‘La Gran Renuncia: claves para atraer, retener y ganar la batalla del Talento’ analiza, de manera pormenorizada, cómo afecta este comportamiento a las empresas.

El estudio destaca varios temas interesantes de conocer:

 Las personas dejan su puesto de trabajo por varios motivos: emprender un proyecto personal, disponer de más tiempo libre para la familia, amigos, aficiones o cambiar a un trabajo con mejores condiciones, no siempre económicas. No se cambian solo por más salario, sino por otras cosas que a día de hoy son tan importantes o más que el dinero: motivación, flexibilidad, desarrollo, confianza, liderazgo ético, …

 Solo el 3,2% de los que han abandonado su puesto de trabajo son directivos. El fenómeno aparece de forma más recurrente en las nuevas generaciones (millennials y generación Z), tanto por su inquietud para adquirir nuevas experiencias, como por no tener aún responsabilidades familiares complejas.

• Solo un 15% de los directivos afirma que no está inquieto por la rotación de personal.

Un 60% de los encuestados sí apunta a que toman medidas concretas de retención de personal con el fin de evitar la fuga de talento.

 Las empresas están tomando medidas para evitar esa fuga de talento: planes de sucesión, formación, planes de carrera, medidas de flexibilización, entre otras.

 El papel del Director de Recursos Humanos -o, mejor dicho, de ‘Personas- se ha vuelto fundamental en el contexto de la Gran Renuncia.

El mercado laboral cambia y, las empresas deben adaptarse a estos cambios tan radicales que se están produciendo si no quieren dejar escapar el mejor talento y, con ello, sufrir una importante crisis que puede llevar a su desaparición. Tener a los mejores es garantía de éxito y los mejores solo trabajan en las empresas de primer nivel, las que ofrecen las mejores condiciones de manera globalizada: salario, desarrollo, proyecto, liderazgo, flexibilidad, confianza, comunicación, …

El papel del Director de Personas se convierte en pieza clave para poder engranar todo este mecanismo.

Siento decir que las cosas no pintan bien para las empresas. Un estudio realizado por Workvivo y publicado en Forbes en abril de este año reveló que el 98% de los profesionales de recursos humanos de EEUU y Reino Unido están agotados.

De los profesionales de recursos humanos encuestados, el 94% dijo que se sintió abrumado en los últimos seis meses, mientras que el 88% de los encuestados dijo que temía trabajar. La magnitud de la Gran Renuncia y la transición a gran escala de toda la estructura y cultura del lugar de trabajo ha dejado a los departamentos de recursos humanos sin recursos y bajo una inmensa presión. Esto ha llevado a que el 78% de los encuestados digan que están abiertos a dejar su trabajo este año para buscar nuevas oportunidades.

Tenemos una situación donde los empleados están dejando sus puestos de trabajo de manera masiva para buscar mejores oportunidades. Ante este problema, surge la necesidad de una eficiente política de RRHH liderada por el Director de Personas que ponga en marcha las soluciones necesarias para contar con el mejor talento.

Resulta que el responsable de buscar la solución es parte del problema. La Gran Renuncia es también un problema que afecta a la Dirección de Personas. Estamos en uno de los peores momentos con una falta de liderazgo evidente.

¿Y si renunciamos todos?

Los CEO y Consejos de Administración deberían incluir en su agenda, si no lo han hecho ya, este tema y trabajar para hacer de su organización una empresa atractiva para donde desarrollarse y aportar valor.

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